martes, 25 de septiembre de 2012

Brasil preocupado por guerra cambiaria


De acuerdo a lo publicado por el diario Valor,la presidente  de Brasil Dilma Rousseff pidió que organismos multilaterales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), EL Banco mundial y el G-20 (grupo que reúne representantes de las mayores economías del mundo), emprendan esfuerzos coordinados para controlar la guerra cambiaria y encontrar soluciones a la crisis.  Roussef hizo esta solicitud  el martes 25 de setiembre en su discurso en el acto de apertura de la 67 Asamblea General de Organización de las Naciones Unidas (ONU).
En su alocución, la presidente brasileña criticó la política monetaria expansionista de los países desarrollados que, según ella, han contribuido a agravar la crisis, en especial en los países emergentes, que ven sus monedas valorizadas y pierden espacio en el mercado internacional.
“No habrá repuesta eficaz a la crisis mientras no se intensifiquen los esfuerzos de coordinación entre países y organismos como el FMI, el G-20 y el Banco Mundial. Esa coordinación debe buscar reconfigurar la relación entre política fiscal y monetaria para impedir la profundización de la recesión, controlar la guerra cambiaria y reestimular la demanda global”, afirmó la presidente, que repitió la crítica a la llamada guerra cambiaria hecha en la apertura de la asamblea de la ONU el año pasado.

Días atrás, en un reportaje concedido al Financial Times, el ministro de hacienda de Brasil, Guido  Mantega, sostuvo que la decisión del Banco Central y la Reserva Federal de EEUU, librando una nueva inyección de dólares al mundo, abre un nuevo capítulo de la guerra cambiaria. Para el ministro brasileño, la medida logrará pequeños efectos positivos para la economía americana, pero podría tener consecuencias “drásticas” para  el resto del mundo. Como otra evidencia, Mantega citó la decisión del Banco Central de Japón, de promover una medida similar. “Es una guerra cambiaria” dijo. El Financial Times también recordó que fue             Mantega quien acuñó esta expresión, en setiembre del 2010, luego que la FED promoviera por segunda vez la inyección de dinero, generando la apreciación de las monedas en los mercados emergentes, en especial Brasil.
El ministro de hacienda de brasil dijo en el reportaje que esta política forzará a Brasil a adoptar medidas para interrumpir la valorización de su moneda, aunque no especificó cuales serían .