jueves, 19 de abril de 2012

Industria de Brasil espera ciclo de baja en ganados


Frigoríficos esperan baja de precios del novillo gordo.
El descarte de hembras deberá aumentar la oferta para abasto y presionar los precios de la materia prima en los próximos años.
La industria de la carne bovina puede lograr una puerta de oportunidad para reducir sus costos, equilibrar las cuentas y ampliar sus estrechos márgenes  en los próximos dos a tres años, entregando a los accionistas resultados más auspiciosos que aquellos observados en 2011.
Analistas y participantes del mercado apuestan a los precios del novillo gordo, que responden hasta por el 85 % de los costos de producción de JBS, por ejemplo, los que deberían caer y estabilizarse en niveles más bajos entre 2012 y 2014. Además de eso, la oferta de animales para abasto deberá crecer, permitiendo al sector ampliar la utilización de su capacidad instalada- actualmente con elevados índices de ociosidad- y ganar participación en el mercado externo.
Si se confirmara la previsión, será el primer período de baja en los precios y aumento en la oferta de la materia prima desde que JBS, Marfrig y Minerva abrieron su capital en 2007, y dieron inicio al intenso proceso de consolidación y apalancamiento del sector.
Desde el inicio del año, el indicador de Cepea/Esalq para el precio promedio del novillo gordo en San Pablo disminuyó un 7% comparado con el mismo período de 2011, alcanzando un promedio de R$ 96,65 la arroba. Para analistas y protagonistas de la industria, este es el inicio de los años de baja en el llamado ciclo de la pecuaria- que alterna una fase alcista y otra bajista en los precios de la materia prima.
El ciclo actual comenzó en 2006, cuando los precios promedio comenzaron a subir año tras año. "Teóricamente la fase alcista terminó, y experimentó su pico en noviembre de 2010", explica Gustavo Aguiar, analista de Scot Consultoría. "De 2006 hasta 2010, observamos una retención de  vientres, con menor participación de hembras en el abasto. En 2011, eso se invirtió", afrima Aguiar, para quien la baja en los precios solo se debe acentuar en 2013.

"El último período de descarte de hembras ocurrió entre 2003 y 2006, cuando la participación de vacas en el abasto subió de 31 % para 38 %" , cuenta Fabiano Tito Rosa, gerente de investigación de mercado de Minerva. Desde entonces, los productores pasaron a retener matrices, y el porcentaje de vacas en el total faenado cayó para 30 % en 2010. El proceso fue interrumpido el año pasado, cuando ese porcentaje volvió a subir y alcanzó 34 %.
En  Mato Grosso, Estado que detenta el mayor rebaño del país, el abasto total de hembras llegó a 235,9 mil cabezas en enero, el mayor número desde 2007, según datos del Instituto  Mato-Groensse de Economía Agropecuaria (Imea). "Estamos en el inicio de una fase positiva para la industria", dice.
Tito Rosa explica que la decisión de acelerar o reducir el abasto de hembras está ligada al margen de lucro en la cría de los terneros. Entre 2008 y 2010, recuerda, los criadores trabajaban con un margen operacional de 1,5 %. La tasa cayó  para 1 % en 2011, y  llegó a 0,3 % en el primer trimestre de este año."Con el tiempo, el precio del ternero empieza a ceder y el costo de producción no acompaña", afirma Tito Rosa.
Para el director-técnico de Informa Economics FNP, José Vicente Ferraz, que dice que el cambio de ciclo debe confirmarse recién en 2013, la arroba de novillo gordo puede caer abajo de los R$ 80 a los largo de los próximos tres años. "Será un alivio importante, pero no vamos a tener lás mínimas registradas en ciclos pasados, en la faja de R$ 50 a R$ 60, que sería el sueño de la industria de los consumidores" asevera.

Influenciada por el ciclo, la producción brasilera de carne bovina cayó en los últimos años. Según datos del Instituto Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE),  el volumen anual de abasto cayó 5,5 % entre 2007 y 2011, de 30,2 millones para 28,8 millones de cabezas. Solo en 2011, el volumen fue 1,6 % inferior al determinado en el año anterior.
Los frigoríficos tienen amplio margen para aumentar ese número sin recurrir a nuevas inversiones."Faenar no es problema, porque la industria tiene mucha capacidad ociosa- y los costos de esa ociosidad son muy elevados", afirma Ferraz. De acuerdo con Tito Rosa, de Minerva, la tasa promedio de ocupación de los frigoríficos en operación en Brasil no pasa de 65 %.
El propio Minerva, que en los últimos cinco años invirtió cerca de R$ 1 billón en aumento de capacidad, ahora se vé ante el desafío de reducir la ociosidad, aumentar los ingresos y reducir el nivel de endeudamiento. Actualmente, el nivel de utilización de sus plantas está en 70 %-la meta es elevar el porcentaje al 85 % en los próximos dos años.
Aumentar el número de abastos también es prioridad de JBS. Con un nivel de utilización de capacidad más alto, en el entorno de 85 % en el país, la procesadora inició en 2012 una estrategia de ampliación vía arrendamientos. Con todo, la compañía ya arrendó cinco plantas, lo que amplió  en más de 10 % su capacidad de abasto. En una reciente entrevista, Wesley Batista, presidente de la empresa, evaluó que el ciclo de la pecuaria vive un momento positivo y que el foco de JBS este año es la expansión de los negocios con bovinos en Brasil.
Para Ferraz, el cambio en el ciclo pecuario abre camino para que los frigoríficos equilibren sus cuentas. Según él, la industria creció de modo excesivo y con endeudamiento en un ciclo de alza de los precios de la materia prima.
Marfrig cerró 2011 con una deuda líquida de R$ 7,7  billones- un apalancamiento correspondiente a 4,39 veces su Ebitda(lucro antes de intereses, impuestos,depreciación y amortización). JBS reportó una deuda líquida de R$ 13,5 billones, con grado de apalncamiento de 4 veces. Y Minerva presenta una deuda de R$ 1,26 billones y apalncamiento de 3,65 veces.
En 2011, JBS y Marfrig sufrieron un perjuicio líquido de R$ 75,7 millones y R$ 746,1 millones respectivamente, en tanto Minerva reportó un lucro tímido de R$ 41,7 millones. Ferraz sostiene que los resultados pueden ser más favorables en los próximos años. "Los márgenes de lucro en el sector son históricamente  apretados pero existe un cambio estructural en curso que probablemente va a culminar en márgenes de lucro un poco mayores".
jornal Valor Econômico, adaptada por Equipe BeefPoint.