El clima fue tenso entre la reunión anual realizada
por el frigorífico Marfrig con analistas de inversiones, promovida por la
Apimec (Asociación de Analistas y Profesionales de Inversiones del Mercado de
Capitales)
El analista y socio de la casa de análisis de
inversiones Empiricus, Rodolfo
Amstalden, cuestionó a los gestores de
Marfrig presentes en el encuentro, incluyendo al presidente del grupo, Marcos
Antonio Molina dos Santos, sobre la contabilidad de la empresa.
Según el
director de relaciones con inversores de Marfrig, Ricardo Florence Dos Santos,
la empresa no fue notificada hasta ahora ni por la CVM en Brasil ni por la SEC
en Estados Unidos, órganos reguladores del mercado de capitales, sobre las
dudas generadas por Empiricus.
Como la propia empiricus recomendaba la compra de acciones de Marfrig hasta
hace poco tiempo, por considerarla una buena inversión, ese cambio súbito de
opinión deja a la casa de análisis en una situación vulnerable, según lo
evaluado por una fuente próxima al frigorífico.
“Nosotros si recomendábamos la compra de acciones de Marfrig, pero eso hasta el tercer trimestre. El balance del tercer trimestre fue el gatillo para que pasásemos a investigar la empresa de cerca”, dice Amstalden. “Nosotros evaluamos las empresas con base en las informaciones que están disponibles”.
Según Amstalden, el hecho de que Marfrig haya dedicado buena parte de su
presentación en aclaraciones sobre “cuestiones de mercado”, incluyendo varios anexos,
y haber llevado auditores de KPMG a la presentación, es una prueba de que la
compañía es sensible a las dudas generadas.
Los gestores de Marfrig respondieron que las sospechas de Empiricus, se debían en verdad, a la forma como la variación cambiaria es contabilizada en el balance de las empresas en el exterior, y que el impacto cambiario explica los cambios en el patrimonio líquido del grupo fuera del país y en las reservas. El dólar se valorizó 19 % en relación al real entre el segundo y el tercer trimestre.
Uno de los puntos que llamaron la atención de Empiricus y que llevaron a
dudar de los números presentados son los Stokes de Marfrig, que, en la
evaluación de la casa de análisis estarían “inflados”.
El número de abastos no condice con
las ventas, alega Amstalden. El total de cabezas abatidas es muy inferior al
que sería necesario, afirma. La contabilidad de los números para el IFRS,
sistema de normas internacionales, también es colocada en jaque porque puede
ser usado como una disculpa.
Felipe Miranda, analista de Gradius, también levantó sospechas sobre las constantes adquisiciones de acciones hechas por la corredora Umuarama, que actúa en nombre del frigorífico. Esas adquisiciones, según el analista, son realizadas con el objetivo de elevar los precios del papel al cierre.
“Ya no compramos acciones hace un tiempo. La última adquisición de acciones que hicimos fue el dia 24 de noviembre”, dice Marcos Antonio Molina dos Santos, presidente de Marfrig. Según el, todas las informaciones sobre las compras de acciones, incluyendo el día que la operación fue hecha y la cantidad, fueron informadas a las autoridades y al mercado, de forma transparente.
De forma general, los inversores a menudo gustan cuando los controladores o las tesorerías de sus empresas compran acciones, lo que demustra que están dispuestos a correr riesgos. El problema sería si ellos vendiesen.
Fonte: iG Economia, adaptada pela Equipe BeefPoint.