Los
principales frigoríficos brasileros presentan dificultades para lograr
beneficios suficientes al pago de las deudas contraídas en los últimos cinco
años, durante el período de consolidación del segmento, de acuerdo con
especialistas.
Aunque
Brasil esté iniciando un nuevo ciclo de actividad pecuaria, con mayor oferta
dfe hacienda, el temor a la pérdida de rentabilidad está avalado por la presión
de los costos de producción y la dificultad en trasladar los precios al mercado
minorista.
Marfrig
registró pérdidas de R$ 138 millones en
el último trimestres de 2011, mientras que JBS Friboi logró un lucro de R$ 25,6 millones, un valor
considerado muy pequeño por el analista de carnes de MBAgro, Cesar de Castro Alvez.
“Las deudas continúan rodando y el lucro
no es suficiente para abatirlas”, afirma.
Contactadas
para el informe, las empresas no se manifestaron.
Castro
Alvez observa que el endeudamiento de los frigoríficos fue contraído a lo largo
de los últimos cinco años, con inversiones para ampliar las operaciones, muchas
veces a través de adquisiciones. “Las
empresas adoptaron una estrategia de endeudamiento para crecer” dice.
De
modo que hoy, las deudas de esas empresas equivalen a más de cuatro veces a los
lucros antes de intereses, impuestos, depreciación y amortización (Ebitda, en
la sigla en inglés): “un apalancamiento bien alto”, como lo clasifica el
especialista.
“La
expansión de los frigoríficos comenzó en la época del ganado barato, pero el
paso fue más grande que la pierna- y ahora, que sería la hora de amortizar las
deudas, ellos no lo están consiguiendo”, analiza Castro Alvez, realzando que el
precio de las raciones y la dificultad en traspasar el precio al consumidor
agravan el escenario negativo.“(Las empresas) fueron capturadas por una presión
de costos muy grande el año pasado, y nada indica que habrá alivio este año”.
El
presidente de la Asociación Brasilera de
los Frigoríficos (Abrafrigo), Pericles Salazar, dice que los perjuicios no son
generalizados, o sea, están atados a los mayores jugadores del segmento. “Los
grandes hacen muchas inversiones, lo que a veces, en el balance, da perjuicios”,
observa. Salazar recuerda que, en los
últimos años, dos crisis afectaron al sector, generando un desequilibrio entre
la producción de los productores, que disminuyó,(con reducción del rebaño), y
el alto nivel de desarrollo de los frigoríficos.
Para
Castro Alvez, los costos tienden a aumentar, en este año, principalmente por
causa de los granos, cuyas ofertas y demandas mundiales sufren un
desequilibrio- de un lado, una China que consume cada vez más soja y maíz, del otro,
la producción norteamericana está en baja y el Brasil también ofrece menos de
lo que se esperaba, pues sufrió con el clima en los últimos meses. “Y, este
año, va a ser difícil lograr resultados con el precio. Los consumidores ya
sienten cualquier alteración. Los precios
ya están al límite”, afirma Castro Alvez.
Minerva
Optimista
Por
otro lado, el frigorífico Minerva espera reducir costos, pagar menos por la
materia prima(el ganado) y cosechar los frutos de un plan de inversiones que
duplicó su capacidad productiva, de acuerdo con el director de Relaciones con
Inversores de la compañía paulista,
Eduardo Puzziello. “En los últimos cinco años, invertimos casi R$ un billón. A
partir de este año 2012, invertiremos apenas en mantención, reduciendo costos”,
dice el ejecutivo. A partir de2007, la empresa abrió cinco plantas frigoríficas
y realizó tres adquisiciones estratégicas. Su facturación neta pasó de R$ 41,7
millones en 2011, un 100,5 % más que la del año anterior. En el mismo período,
la relación entre deuda y Ebitda cayó de 3,9 a 3,6 veces, con el objetivo de
llegar a 2,5 el año que viene – lo que puede ser considerado un proceso de “desapalancamiento”.
“Hicimos
adquisiciones puntuales, pero creíamos que sería más apropiado invertir en
plantas nuevas”, cuenta Puzziello. “No hablamos en quitar deudas, sino en
reducir la relación entre deuda y Ebitda”, complementa. Minerva debe R$ 2
billones.
Nuevo
ciclo.
“En
2010 hubo un gran efecto climático que impactó el precio del ganado, llevándolo
a un nuevo nivel. Ahora, estamos en un momento de reversión de esa tendencia.
En fin, entramos en un ciclo positivo”, contextualiza Puzziello, que espera de
2 a 3 años de aumento en la oferta del mercado vacuno. “América del Sur está
preparada para este nuevo ciclo” analiza el ejecutivo. La situación es
favorecida por los problemas de oferta en los Estados Unidos, que están con el
menor rodeo de los últimos sesenta años y cobran más por sus exportaciones.
Informaciones de DCI. Publicación de pecuaria.com.br
Informaciones de DCI. Publicación de pecuaria.com.br