Informe del del diario Folha de San Pablo
JBS va a pagar R$ 5,85
millones por las operaciones de abasto y procesamiento de pollos y suinos de
Marfrig en Brasil, incluyendo la marca Seara. El negocio fue confirmado en la
mañana del lunes 10 de junio.
No hay desembolso de dinero.
JBS asumirá ese valor en deudas.
La transacción también incluye a la empresa de cueros Zenda
de Uruguay.
Cerca de 30 fábricas forman parte del acuerdo además de
marcas y centros de distribución.
Con este negocio, el empresario Marcos Molina se está deshaciendo de un tercio del grupo
que fundó. Marfrig facturó R$ 22 billones en 2012.
La operación ayudará a reducir la deuda del grupo, que llegó
a R$ 13 billones en el primer trimestre. Con la ayuda del BNDES , que posee el
19 % de las acciones de la empresa, Marfrig creció rápidamente con
adquisiciones dentro y fuera de Brasil, pero tuvo dificultades para integrar
las operaciones.
Después de la venta de Seara, el grupo prácticamente deja el
mercado de alimentos procesados de pollos y cerdos en Brasil, permaneciendo
solo con carne bovina.
El JBS, que entró en este mercado en el país con la compra de
Frangosul, se vuelve ahora el segundo grupo en importancia, atrás de la BRF, dueña de las marcas Sadia y Perdigón.
El negocio fue cerrado en menos de 15 días, directamente
entre Molina y su principal ejecutivo Sergio Rial, y los hermanos Wesley y Joesley
Batista, dueños de JBS. El BNDES es un socio importante de las dos empresas.
Presionado por los acreedores, Molina venía negociando
paralelamente con JBS y BRF para vender
activos. BRF solo tenía interés en los
activos en Asia, en tanto Marfrig quería vender un paquete mayor, incluyendo
Europa y Estados Unidos.
El sábado 8, luego de sellar el acuerdo con JBS, Marfrig
informó a BRF que estaba desistiendo del negocio. Según adelantó Folha , el
valor ofrecido por JBS “brilló a los ojos” de los ejecutivos de Marfrig, que consideran a Seara estrella de
la corona. La unidad, entonces, era la única que dejaba prejuicios. Marfrig
está vendiendo a Seara por un valor muy por encima del que pagó cuando adquirió
la empresa en 2009. En esa época, Molina desembolsó US$ 900 millones (R$ 1,8
billones).
El negocio con JBS, en
tanto, también incluyó los activos que Marfrig adquirió a BRF a fines de 2011,
evaluados en R$ 800 millones, y empresas
menores compradas a lo largo del tiempo, como Pena Branca y Da Granja..
Como apenas está asumiendo deudas, JBS puede intentar
renegociar con los bancos acreedores como Bradesco e Itaú, reduciendo ese valor.
En total, los activos representan una capacidad de abasto de
3 millones de aves por día.
BRF llega a abatir 8 millones de aves por día.