La desición de Ibama, publicada el 1 de febrero, pretende lograr el
control de los animales.
Está autorizada, en Brasil, la
persecución, captura y abasto de jabalíes-europeos, de la especie Sus scrofa.
La decisión, publicada en el diario oficial de la Unión el 1 de febrero por el
Instituto Brasilero de Medio Ambiente y
de Recursos Naturales Renovables (Ibama), permitirá una tentativa al control de
estos animales que tienen fuerte presencia en algunas regiones del país, donde,
en gran volumen, según el órgano, vienen destruyendo chacras y dejando la
población en alerta..
En los últimos días, los productores de la región de “Ponte Serrada”, en
el oeste del estado de Santa Catarina, registraron pérdidas de hasta 20 % en
las plantaciones que son invadidas por
los jabalíes. Según los números del Sindicato Rural de Ponte Serrada, casi 3
mil animales circulan por la región, pasando de una chacra a otra y dejando un
rastro de perjuicios, principalmente en las culturas de maíz y soja.
“Ellos atacan los cultivos principalmente de maíz y soja, y cambian de
lugar muy rápidamente. Los bandos caminan mucho durante la noche. Atacan un
cultivo aquí y al poco tiempo están en otra plantación más lejana”, contó José
Forestti, presidente del sindicato. “Ellos son capaces de terminar con una
chacra en una noche, pisando en las plantaciones, osando la tierra y
alimentándose. Pero hacen más estragos de lo que comen”, afirmó.
El temor, según Forestti, es que la falta de control sobre el número de
animales perjudique a algunos productores, al punto de perder sus cosechas para
la próxima zafra. Forestti cercó sus propiedades con material resistente, que
mantiene los jabalíes lejos de los
cultivos. “Pero ellos están allí, rodeando. La gente evita andar de noche en
las chacras porque si los sorprenden, ellos avanzan. Son agresivos y animales
difíciles de abatir porque son expertos, se esconden”, dice.
Además de la agresividad del animal, algunos pobladores temen riesgos en
la salud, ya que los jabalíes pueden transmitir dolencias como la peste suina sudafricana, peste suina clásica y fiebre aftosa. En el oeste de Santa
Catarina, la mayor parte de los jabalíes está en el Parque Nacional de
Araucarias. Cuando falta alimento en esa área, siguen para propiedades rurales
en municipios vecinos donde atacan los cultivos de maíz, las huertas y hasta
los criaderos de aves y suinos.
En 2010, los productores de Santa Catarina enfrentaron problemas
semejantes y consiguieron llevar a la Secretaria de Agricultura a declarar que el
jabalí Sus scrofa es nocivo para la agricultura y a autorizar el abasto del
animal por tiempo indeterminado.
Por la instrucción normativa de Ibama, el control del jabalí será realizado por medios físicos. El uso de
trampas, sustancias químicas y la suelta de animales para rastreamiento con la
finalidad de control, va a depender de la autorización de manejo de especies
exóticas invasoras, que debe ser solicitada en el sitio del órgano ambiental.
Solo será permitido el uso de trampas que capturen y mantengan al animal vivo. Lazos y dispositivos que accionan armas de fuego, capaces de matar o herir a los animales están prohibidos.
Solo será permitido el uso de trampas que capturen y mantengan al animal vivo. Lazos y dispositivos que accionan armas de fuego, capaces de matar o herir a los animales están prohibidos.
El Ibama destacó que no será permitido el transporte de los animales
vivos o la comercialización de cualquier producto o subproducto obtenido por
medio del abasto de jabalí.
Informe de Globo Rural