Frigoríficos esperan baja de precios del
novillo gordo.
El descarte de
hembras deberá aumentar la oferta para abasto y presionar los precios de la
materia prima en los próximos años.
La industria de
la carne bovina puede lograr una puerta de oportunidad para reducir sus costos,
equilibrar las cuentas y ampliar sus estrechos márgenes en los próximos dos a tres años, entregando a
los accionistas resultados más auspiciosos que aquellos observados en 2011.
Analistas y participantes del mercado
apuestan a los precios del novillo gordo, que responden hasta por el 85 % de
los costos de producción de JBS, por ejemplo, los que deberían caer y
estabilizarse en niveles más bajos entre 2012 y 2014. Además de eso, la oferta
de animales para abasto deberá crecer, permitiendo al sector ampliar la
utilización de su capacidad instalada- actualmente con elevados índices de
ociosidad- y ganar participación en el mercado externo.
Si se confirmara la previsión, será el
primer período de baja en los precios y aumento en la oferta de la materia
prima desde que JBS, Marfrig y Minerva abrieron su capital en 2007, y dieron
inicio al intenso proceso de consolidación y apalancamiento del sector.
Desde el inicio del año, el indicador de
Cepea/Esalq para el precio promedio del novillo gordo en San Pablo disminuyó un
7% comparado con el mismo período de 2011, alcanzando un promedio de R$ 96,65
la arroba. Para analistas y protagonistas de la industria, este es el inicio de
los años de baja en el llamado ciclo de la pecuaria- que alterna una fase
alcista y otra bajista en los precios de la materia prima.
El ciclo actual comenzó en 2006, cuando
los precios promedio comenzaron a subir año tras año. "Teóricamente la
fase alcista terminó, y experimentó su pico en noviembre de 2010", explica
Gustavo Aguiar, analista de Scot Consultoría. "De 2006 hasta 2010,
observamos una retención de vientres,
con menor participación de hembras en el abasto. En 2011, eso se
invirtió", afrima Aguiar, para quien la baja en los precios solo se debe
acentuar en 2013.
"El último período de descarte de
hembras ocurrió entre 2003 y 2006, cuando la participación de vacas en el
abasto subió de 31 % para 38 %" , cuenta Fabiano Tito Rosa, gerente de
investigación de mercado de Minerva. Desde entonces, los productores pasaron a
retener matrices, y el porcentaje de vacas en el total faenado cayó para 30 %
en 2010. El proceso fue interrumpido el año pasado, cuando ese porcentaje volvió
a subir y alcanzó 34 %.
En
Mato Grosso, Estado que detenta el mayor rebaño del país, el abasto
total de hembras llegó a 235,9 mil cabezas en enero, el mayor número desde
2007, según datos del Instituto
Mato-Groensse de Economía Agropecuaria (Imea). "Estamos en el
inicio de una fase positiva para la industria", dice.
Tito Rosa explica que la decisión de
acelerar o reducir el abasto de hembras está ligada al margen de lucro en la
cría de los terneros. Entre 2008 y 2010, recuerda, los criadores trabajaban con
un margen operacional de 1,5 %. La tasa cayó
para 1 % en 2011, y llegó a 0,3 %
en el primer trimestre de este año."Con el tiempo, el precio del ternero
empieza a ceder y el costo de producción no acompaña", afirma Tito Rosa.
Para el director-técnico de Informa
Economics FNP, José Vicente Ferraz, que dice que el cambio de ciclo debe
confirmarse recién en 2013, la arroba de novillo gordo puede caer abajo de los
R$ 80 a los largo de los próximos tres años. "Será un alivio importante,
pero no vamos a tener lás mínimas registradas en ciclos pasados, en la faja de
R$ 50 a R$ 60, que sería el sueño de la industria de los consumidores"
asevera.
Influenciada por el ciclo, la producción
brasilera de carne bovina cayó en los últimos años. Según datos del Instituto
Brasilero de Geografía y Estadística (IBGE),
el volumen anual de abasto cayó 5,5 % entre 2007 y 2011, de 30,2
millones para 28,8 millones de cabezas. Solo en 2011, el volumen fue 1,6 %
inferior al determinado en el año anterior.
Los frigoríficos tienen amplio margen para
aumentar ese número sin recurrir a nuevas inversiones."Faenar no es
problema, porque la industria tiene mucha capacidad ociosa- y los costos de esa
ociosidad son muy elevados", afirma Ferraz. De acuerdo con Tito Rosa, de
Minerva, la tasa promedio de ocupación de los frigoríficos en operación en
Brasil no pasa de 65 %.
El propio Minerva, que en los últimos
cinco años invirtió cerca de R$ 1 billón en aumento de capacidad, ahora se vé
ante el desafío de reducir la ociosidad, aumentar los ingresos y reducir el
nivel de endeudamiento. Actualmente, el nivel de utilización de sus plantas
está en 70 %-la meta es elevar el porcentaje al 85 % en los próximos dos años.
Aumentar el número de abastos también es
prioridad de JBS. Con un nivel de utilización de capacidad más alto, en el
entorno de 85 % en el país, la procesadora inició en 2012 una estrategia de ampliación
vía arrendamientos. Con todo, la compañía ya arrendó cinco plantas, lo que
amplió en más de 10 % su capacidad de
abasto. En una reciente entrevista, Wesley Batista, presidente de la empresa,
evaluó que el ciclo de la pecuaria vive un momento positivo y que el foco de
JBS este año es la expansión de los negocios con bovinos en Brasil.
Para Ferraz, el cambio en el ciclo
pecuario abre camino para que los frigoríficos equilibren sus cuentas. Según
él, la industria creció de modo excesivo y con endeudamiento en un ciclo de
alza de los precios de la materia prima.
Marfrig cerró 2011 con una deuda líquida
de R$ 7,7 billones- un apalancamiento
correspondiente a 4,39 veces su Ebitda(lucro antes de intereses,
impuestos,depreciación y amortización). JBS reportó una deuda líquida de R$
13,5 billones, con grado de apalncamiento de 4 veces. Y Minerva presenta una
deuda de R$ 1,26 billones y apalncamiento de 3,65 veces.
En 2011, JBS y Marfrig sufrieron un
perjuicio líquido de R$ 75,7 millones y R$ 746,1 millones respectivamente, en
tanto Minerva reportó un lucro tímido de R$ 41,7 millones. Ferraz sostiene que
los resultados pueden ser más favorables en los próximos años. "Los
márgenes de lucro en el sector son históricamente apretados pero existe un cambio estructural en
curso que probablemente va a culminar en márgenes de lucro un poco mayores".
jornal
Valor Econômico, adaptada por Equipe BeefPoint.