martes, 9 de diciembre de 2014

En seis meses el Hilton se desvalorizó un 25%



Informe del diario La Nación de Argentina

Cuota Hilton: la caída del precio afecta a la industria frigorífica

La tonelada de este corte bajó 5000 dólares en seis meses; los frigoríficos exportadores reducen la actividad

La cuota Hilton es hasta ahora el negocio de exportación de carne vacuna más rentable en la Argentina porque está eximida de pagar aranceles muy gravosos. Pero en los últimos seis meses, esos cortes perdieron una cuarta parte de su valor: 5000 dólares por tonelada.
Es cierto que los más de 19.000 dólares de entre fin de febrero y fin de mayo fueron valores históricamente muy altos para una tonelada de rump & loin (el combo de lomo, bife angosto y cuadril que se manda a la Unión Europea -UE- dentro de la cuota Hilton). Pero los 14.000 a 14.300 dólares que consigue actualmente y el hecho de que el cambio se haya producido tan rápido resulta una carga complicada de asimilar para los frigoríficos. Sobre todo cuando la escasez de novillo gordo de exportación está sosteniendo los precios de una manera inesperada y los demás costos aumentan por la inflación.
Los remilgos de la demanda europea tienen mucho que ver con su propia situación económica, pero la caída del precio también obedece al fortalecimiento del dólar frente al euro.
A esta situación se agrega que la explosión de demanda rusa de carne barata (luego de que el presidente Vladimir Putin decidió cesar sus compras de alimentos en la UE y los Estados Unidos) se frenó abruptamente con la devaluación del rublo, y en octubre hubo rechazos de contenedores o descuentos en puertos, mientras que las ventas a futuro vienen con bajas sensibles. Y encima, ahora el comercio con este país se detiene por el congelamiento de los puertos.
Así las cosas, algunas plantas exportadoras de las grandes están adelantando las vacaciones para la segunda quincena de diciembre, mientras entrarían en garantía horaria -o sea, las 70 horas quincenales los que aún no están, indicó una fuente. "De todas formas, las dotaciones de despostada están en el mínimo nivel ya que desaparecieron los segundos turnos hace tiempo y nadie querrá perder los operarios especializados que les quedan."
Mercado trastocado
La Argentina es el país que más Hilton tiene y Alemania, su principal comprador. Pero en los últimos años las cosas se han trastocado. Por un lado, Brasil y Uruguay comenzaron a ampliar sus ofertas de cortes de mayor calidad. Y, sobre todo Brasil, que en lo que va del siglo se convirtió en el mayor exportador global de carne, desarrolló estrategias de marketing para homologar sus bifes a los mundialmente famosos de la Argentina, bajo las consignas de "Carne de las Pampas" o "Carne Gaúcha", entre otras. Al mismo tiempo, desarrolló un trabajo muy grande sobre los productos, y hoy ocurre lo que era impensado: los brasileños, a los que se criticaba por tener carne de cebú, desplazan a la Argentina del producto más premium que tiene hasta ahora, aunque todavía se reconozca una diferencia en el plano de los precios.
El camino inverso al que hizo la Argentina, que no sólo decidió exportar menos para abastecer el mercado interno (en lugar de producir más y engrosar ambos) sino que además en algún momento decidió priorizar mercados "nuevos" muy pobres, como Angola y Kasakhstán, en detrimento de lo "viejo" europeo. Aunque se trate de partes distintas de la vaca, claramente se descuidó al cliente que más pagaba en aras supuestamente de un negocio que nunca prosperó.
Entre 2002 y 2011, Alemania compró entre 25.000 y 33.000 toneladas de carne argentina anuales, entre Hilton y no Hilton. En 2012 bajó a 19.500; el año pasado a 17.700, 30% por debajo del peor año de la década pasada, y 46% menos que el mejor. Este año terminaría apenas por encima de 2013.
Hay un negocio que desde hace unos cinco años es mejor todavía que la Hilton, que dio en llamarse cuota 481, aunque la Argentina recién podrá conocerlo ahora. A diferencia de la Hilton, que requiere novillos criados a pasto natural y es otorgada por la UE a algunos países proveedores (la Argentina tiene 30.000 toneladas anuales), la 481 es para carne de feedlot y las 48.200 toneladas anuales las manejan los importadores alemanes.
La Argentina recién este año puso en regla los papeles para entrar a ese club de elegidos que no pagan absolutamente ningún arancel (ni el 20% que paga la Hilton), y algunos ya están encerrando animales con este fin, que deberán permanecer al menos cien días en el engorde..
Alejandra Groba Para La Nación